Vanuatu fue golpeado por un ciclón extremadamente destructivo, el ciclón Pam, en la noche del 13 de marzo de 2015. El ciclón, de categoría 5, afectó a unas 166.000 personas que vivían en 22 islas, creando necesidades inmediatas de agua potable, refugios de emergencia y alimentos. Con el fin de proporcionar información sobre las necesidades derivadas de la catástrofe, IMPACT desplegó un equipo REACH para apoyar la respuesta dirigida por el Global Shelter Cluster.

Los datos recogidos por REACH se utilizaron para desarrollar la estrategia de respuesta del Cluster de Alojamiento, así como para alimentar la sección de alojamiento de la evaluación de necesidades post-desastre del Banco Mundial y la evaluación de necesidades multisectorial dirigida por el Gobierno de Vanuatu. Tras la finalización de las actividades de alojamiento previstas en el Plan de Acción Humanitaria en julio, REACH se trasladó a Vanuatu en agosto del mismo año para llevar a cabo una evaluación detallada de la respuesta en materia de alojamiento.