La crisis política y económica de Venezuela sigue generando flujos migratorios que afectan a la seguridad y los medios de vida de los migrantes y las comunidades de acogida. Para 2024, 7,8 millones de migrantes y refugiados salieron de Venezuela, siendo Colombia el principal país receptor. El 36,6% de la población venezolana en tránsito en Colombia son niños, niñas y adolescentes, quienes enfrentan barreras en el acceso a la educación, discriminación y acoso (GIFMM 2022).
Entre el 13 de septiembre y el 1 de octubre de 2024, IMPACT Initiatives, a través de su iniciativa REACH, llevó a cabo una evaluación con niños, niñas y adolescentes, cuidadores y AC expertos en protección, para entender cómo ellos se ven afectados por la migración en una comunidad de acogida en Maicao, Colombia, en la frontera con Venezuela. Con el apoyo de Save the Children, se organizaron grupos focales y entrevistas con AC para comprender las experiencias y necesidades de niños, niñas y adolescentes que han emigrado y de los que se han quedado. Para un análisis completo de los resultados, consulte el informe aquí: Situation Overview.
En un clima de reducción de la financiación, estudios de este tipo son fundamentales para evaluar las necesidades y experiencias de niños, niñas y adolescentes. Con esta información, podemos dar una respuesta intersectorial más eficaz para mejorar su bienestar y garantizar que sus voces sean escuchadas.
Recomendaciones clave sugeridas por niños, niñas y adolescentes, cuidadores y actores clave (AC):
- Se requiere fortalecer la comunicación familiar y los lazos comunitarios. Niños y niñas y adolescentes hicieron hincapié en la necesidad de un mayor apoyo emocional y comprensión dentro de sus familias. Propusieron mejorar la comunicación a través de estrategias que promuevan prácticas de comunicación positiva, como la escucha activa dentro de las familias, así como espacios comunitarios que fortalezcan conexiones sociales más fuertes.
- Mejorar el acceso a una educación de calidad es fundamental para el desarrollo, la seguridad y el bienestar de niños, niñas y adolescentes. Debe mejorarse el acceso a la educación de quienes viven en asentamientos, así como las infraestructuras escolares, los recursos y las áreas recreativas. Es clave aumentar el número de docentes y su formación para identificar y prevenir el acoso escolar.
- Mejorar la seguridad de los espacios públicos es esencial para la protección y el bienestar. Fortalecer las redes de apoyo y colaboración entre la comunidad y las autoridades locales es clave para mejorar la respuesta a los riesgos de seguridad. Hay necesidad de espacios recreativos y zonas de juego seguras y con un adecuado mantenimiento, así como un mejor alumbrado público. Los participantes también hicieron hincapié en la necesidad de más apoyo psicológico y espacios seguros proporcionados por las organizaciones humanitarias.
- Una respuesta multisectorial es esencial para abordar las diversas necesidades de los niños y adolescentes afectados por la migración. Además de fortalecer la educación y la protección, es fundamental mejorar los servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH), así como promover el emprendimiento y generar medios de vida sostenibles, siempre considerando el contexto local. Estas acciones no solo contribuyen a la seguridad y el bienestar de la niñez, sino que también disminuyen su vulnerabilidad, el ausentismo escolar y la necesidad de emigrar.